La “vergüenza” por Conexión Ganadera


Corren tiempos difíciles en todo lo que tiene que ver con el caso “Conexión Ganadera”. El tema Implosionó hace muy poco y todos los días hay varias noticias relacionadas que sacuden a sus ex inversores; hoy damnificados.
En un comienzo se hablaba de que habría unos US$ 150 millones de dólares de activos y U$D 400 millones de dólares de pasivos. Con el paso de los días esa información de ha ido transformado en que puede llegar a: “haber mucho menos activos de lo que se pensaba”, o al menos ese es el miedo que se ha instalado. Nadie tiene la certeza de ello, lo que si es cierto es que cada vaivén de información en la causa sacude a los damnificados generándoles una dolorosa mácula que empeora con el paso de los días.
Quizás el peor de los daños ya no sea el económico propiamente dicho. Recordemos que entre los ahorristas teníamos desde el que puso capital en la empresa como “extra” de otras inversiones hasta el que invirtió los ahorros de toda la vida. Un caso ejemplar de lo dramática que puede llegar a ser la situación es un ahorrista que nos contaba estaba por jubilarse -sabiendo de la pérdida de poder adquisitivo que ello conlleva- y esperaba retirar sus ahorros para poder “darse algunos gustos” en su retiro. Imagínense su situación particular al ver que los ahorros de toda una vida se le desvanecieron frente a sus ojos a solo unos pocos días de configurar su causal jubilatoria. Muy doloroso.
Por eso el daño más grande ya pasó a ser el moral, el daño psicológico que están sufriendo los damnificados. A las claras de ello podemos ver el hecho de un archivo de planillas que circuló por todo el país y del que se hicieron eco los medios de prensa. Gracias a ese recaudo, por si faltaba algo, ahora todos los vecinos y conocidos de los damnificados pueden encontrar sus nombres y montos de dinero “perdidos” en la causa de conexión ganadera.
“Siento más que enojo, siento una profunda vergüenza por todo esto que nos viene pasando respecto a conexión ganadera”. Nos decía entre lamentos una de las futuras reclamantes en el proceso concursal que se entablará contra la empresa y sus responsables.
Pero esto no termina ahí. Ante las acciones legales de distinta índole que los perjudicados deberán entablar comenzó también una danza de ofertas de diferentes estudios jurídicos con diferentes precios y estrategias para lograr el mejor resultado posible. A eso se le suman las constantes apariciones mediáticas de profesionales y entendidos opinando sobre los “mejores caminos” y las verdades que cada uno entiende sobre el problema. Imaginen a los ex inversores, desconocedores de todas estas estructuras procedimentales y del conocimiento, enredados entre una lluvia de notas de prensa, ofertas diferentes, zooms que concluyen en disímiles estrategias -que a veces son abismalmente opuestas- respecto a la “mejor” forma para resolver su causa…. Sin dudas que debe ser agotador.
Son tiempos oportunos para que, los operadores jurídicos, recordemos que nuestro trabajo es con las personas. Que hay que “darle duro al problema y suave a las personas” y que detrás de todo gran caso no hay solo un honorario…. Hay seres humanos con sentimientos y que, puntualmente en toda la trama de conexión ganadera, ya han sufrido más de la cuenta.

Dr. Pablo Caffarelli


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